Ayer la 2 de TVE, mi cadena favorita, emitió en directo el encuentro del papa con los jóvenes peregrinos en "Cuatro Vientos". LLegué al evento en el momento que llovía a cántaros y un viento maldito mostró el verdadero rostro de este hombre de blanco con zapatos rojos: los pelos de punta, la sonrisa forzada y una mirada que reflejaba su mala hostia. Le cubrían entre dos con un enorme paraguas blanco. Delante de él había un cardenal, pienso que era un cardenal porque estaba gordo, cubriéndose también con un paraguas que apenas lograba abarcarle. Y yo, formando un triángulo con mis dedos señalaba a la tele mientras decía "Dios te está castigando", papa. Pero, ¡qué gracia que tienen para darle la vuelta a la tortilla, es que son lissssstos!, se escucha una voz entrecortada que dice: "esta mañana os tuvieron que regar porque teníais sed, ahora Dios os envía agua..." (Algarabía... ahahahaha). Y las faldas del papa amenazaban vislumbrar el pecado y el montaje teatral parecía venirse abajo... y entonces cambié de canal, quise dejar esa imagen en mi retina, no fuera a ocurrir una desgracia y eso, eso no quería verlo.
(Esta canción de Pablo Guerrero del año 1972 es un contrapunto al circo, digo, al evento de ayer en Cuatro Vientos. Toda mi admiración a este trovador que no se ha vendido al Gran Mercado y sigue viviendo dignamente con su poesía).
